LECCE
Durante la guerra de los Treinta
años, en el 1647, contemporáneamente en Palermo
y en Napolés, la población, guíada por
Girolamo Paladini y Giovanni Spinola, se libero del fiscalismo
español. Otra insurección se llevo a cabo en
el 1848: los liberales constituyeron un gobierno provisorio
que declaró la decadencia de los Borbones, a la que
siguió posteriormente la anexión al reino de
Italia.
Una necrópolis e inscripciones mesáficas documentan
el origen de la ciudad. De época romana son el teatro
y el anfiteatro (del I al II d.C.), de los cuales ha sido
encontrada una interesante decoración de esculturas
y bajorelieves, entre las estatuas, dignas de mención
se encuentra un torso de polícleto y una amazona del
denominado tipo Berlino. El Museo Provincial conserva los
restos arqueológicos de la zona, entre estos destacan
los numerosos vasos “apuli” y la “pelike”
(pequeñas imágenes también en relieve
de uso votivo) del así llamado Pintor de Chicago.
Lecce conserva, intactas, las estructuras borgoñonas
de la iglesia de los Santos Nicolò y Cataldo, erigidas
en el 1180, la más insigne iglesia normanda de la región,
y aquella cinquecentesca del Sedile (el sillón), antigua
sede del Ayuntamiento, para acallar los testimonios clásicos,
pero detro de las murallas, será reconstruida por Carlos
V, en el 1540 aproximadamente, el semblante de la ciudad es
barroco acompañado por los primeros pasos del delicado
rococó.
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