VIESTE
Antiguo centro dauno situado
en la parte oriental del promontorio del Gargano, Vieste es
una étapa fundamental para conocer el románico
en Apulia, que alcanza su máxima expresión con
la Catedral del siglo XI.
Su territorio, por sus favorables condiciones climatológicas
y la cercanía del mar fue habitado desde el Neolítico
por poblaciones dedicadas a la agricultura, al pastoreo, a
la pesca y sucesivamente al comercio marítimo con otros
pueblos del Mediterráneo.
De este período histórico han sido encontradas
necrópolis, utensilios y restos de asentamientos humanos.
El mito llama en causa a Noe el cual, llegado a Gargano como
consecuencia del diluvio universal, decidió establecerse
a la muerte de su mujer Vesta imponiendo su nombre a la ciudad.
Ciertamente la ciudad fue fundada por los Daunos seguramente
en torno al final de la edad del Bronce y conoció su
máximo esplendor entre lo siglos X y VI a.C.
Sufrió a partir del siglo V un proceso de helenización
de las costumbres y fue absorvida por la República
de Roma como consecuencia de las guerras con Pirro (270 a.C.).
Tolomeo cita el sitio de Apheneste en el siglo II a.C. pero,
el descubrimiento en el 1987 de un templo en una gruta sobre
la pequeña isla de Santa Eufemia dedicado a la diosa
Venus Sosandra y del cual Cátulo habló en el
canto 36 ubicándola en la ciudad de Uria, hace pensar
que Vieste fuese la antigua Uria.
A pesar de todo, el nombre de Vieste hay que unirlo al culto
a la diosa del hogar Vesta, probablemente en relación
con la nostalgia que provaron por la madre patria los primeros
habitantes griegos.
Después de la caída de Roma y las invasiones
bárbaras de godos y vándalos (siglo V d.C.)
Vieste confluyó durante un breve período de
tiempo en el Reino Ostrogodo (496-535) cancelado posteriormente
por el general bizantino Belisario con la guerra greco-gótica
(535-553). Pasada a los dominios del Imperio de Oriente Vieste
fue enseguida punto de mira de los longobardos que conquistaron
el Gargano en el siglo VII.
Pero la posición estratégica de Vieste en el
Adriático la colocó en el centro de mira de
los sarracenos que en numerosas ocasiones atacaron la ciudad
durante los siglos IX y X.
Después de volver a manos de los bizantinos en el siglo
X y haberse convertido en sede episcopal en el 993. Vieste
pasó a los normandos a mitad del siglo XI conociendo
un período de fuerte desarrollo económico. Los
nuevos señores mandaron construir el Castillo y la
Catedral (siglo XI) que a continuación fueron dañadas
por los venecianos (1239) siempre buscando nuevos puertos
para sus tráficos marítimos con Oriente.
Federico II de Suevia hizo reconstruir el burgo y el castillo
en el 1240.
Pasó bajo el dominio de los angevinos (1266) conoció
un período de calma y desarrollo bruscamente interrumpido
por las improvisas incursiones de los turcos que a partir
del siglo XV azotaron las costas pugliesas. Terrible fue el
ataque del pirata Dragut Rais (18-21 de julio de 1554) que
hizo decapitar 5.000 habitantes puglieses sobre una piedra
hoy conocida con el nombre de Chianca Amara.
Después de la guerra franco-española (inicio
siglo XVI) los españoles decidieron construir numerosas
torres de vigilancia y defensa para evitar nuevos ataques
de las poblaciones del mar.
En el 1646 Vieste fue gravemente dañada por un terremoto.
La visita de Vieste va siempre acompañada por la sugestión
que crea la visión del mar y las espléndidas
playas que enmarcan el burgo medieval que se yergue sobre
el espolón de una roca dominando el mar.
En esta parte de la ciudad se puede admirar el Castillo de
Federico II, aunque lamentablemente no es posible el acceso,
fue sede del ejército, allí fue encerrado incluso
el Papa Celestino V, aquel que produjo el rechazo de Dante.
En las cercanías una escalinata lleva a la bellísima
Catedral de la Asunción (siglo XI) surgida sobre una
precedente iglesia a su vez edificada sobre un templo pagano.
Numerosas son las posibles visitas a las grutas costeras en
arca entre las cuales podemos mencionar la gruta de San Nicolás,
Campana y Lina.
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