PESCHICI
Situada sobre un promontorio
cársico situado en el Gargano surge la espléndida
Peschici, abalconada sobre una pequeña bahía
de ensueño.
Su fundación se debe a los eslavos enviados en el 970
por el emperador Otón I para liberar la zona del Gargano
de la presencia de los sarracenos los cuales desde el siglo
XI habían ido poco a poco conquistando avanzadillas
en Apulia.
El mismo nombre está asociado a la raíz eslava
“pèsc”, es decir arena, haciendo referencia
a los bellísimos fondales de la bahía de Peschici.
Conocido así mismo con el nombre de Pesclizo, el burgo
eslavo se convirtió en un feudo del condado de Lesina
bajo los normandos (1154) pasando a ser posteriormente el
condado de Monte Sant’Angelo. De este período
es la construcción del castillo reconstruido en el
1240.
Pasó bajo el dominio de los suevos (1194) como todo
el sur de Italia, Peschici sufrió el ataque de la flota
veneciana (1239) al mando del Papa Gregorio IX contra el emperador
Federico II. Peschici y sus murallas fueron destruidas junto
con la ciudad de Vieste, posteriormente reconstruidas por
deseo de Federico II.
Con la llegada de los angevinos (1267) Peschici participó
en las expediciones militares entre las cuales destaca el
asedio de Almisa (1274) sobre la costa dálmata. El
desarrollo del puerto comercial y de la actividad del muelle
aseguraron un buen desarrollo económico.
En el 1401 Peschisi terminó bajo la directa gestión
del rey de Nápoles Ladislao I, último heredero
masculino de los angevinos al trono.
Bajo los aragoneses fue administrada por Giorgio Skanderberg,
administrador de todo el promontorio del Gargano con el apoyo
de los soberanos.
Después de la guerra franco-española y a causa
de la continua amenaza de los asaltos turcos, las murallas
fueron reforzadas con la construcción de más
de veinte torres.
En el 1570 Peschici se convirtió en el feudo de don
Ferrante de Sangro al cual sucedió posteriormente Bernardino
Turbolo (1571)
En el siglo XVII un largo período árido provocó
carestías que diezmaron a la población de Peschici.
En el siglo XVIII la ciudad pasó bajo la tutela del
Príncipe d’Ischietella Emanuel Pinto.
El siglo siguiente vio nacer los ideales propios del resurgimiento
y republicanos manifestándose en las revueltas carbonarias
(1821) y del 1848. La ciudad participó activamente
en ellas pero no de manera compacta si se piensa que durante
el voto plebiscitario a propósito de la anexión
al reino de Italia (1860) casi la mitad de la población
voto por los Borbones.
El final del siglo XIX y principios del XX estuvieron caracterizados
por una gran miseria que llevó a muchos habitantes
a elegir la vida de América, a la búsqueda de
fortuna.
Hoy Peschici es en cambio una localidad de veraneo que cada
año acoge a millones de turistas, atraídos por
la belleza de la bahía y del fascinante y característico
centro histórico.
En Peschi se puede acceder así mismo a la bahía
a través de una rípida escalera que entra en
el pueblo formado por casas blancas, estrechas callecillas
con improvisadas escalinatas, puntos panorámicos y
pintorescos restaurantes. La atmósfera de estas noches
de verano es envolvente y llena de vida.
Monumento principal de Peschici es la Abadía de Calena
la cual aparece ya en un documento del 1023 como una pequeña
iglesia bajo la protección de las más potente
Tremiti.
Quedan esparcidas por el territorio las torres de defensa
construida en el siglo XVI.
Más allá del lugar, se conservan todavía
el antiguo castillo reconstruido en el siglo XVI, es posible
visitar el santuario de la Virgen de Loreto (siglo XVI) a
sólo 2 kilómetros del poblado.
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