OSTUNI
Sólo a algunos kilómetros
de la bellísima costa adriática en la cima a
una colina solitaria surge Ostuni, conocida también
como la Ciudad Blanca.
Su nombre deriva del griego Astu-neon, que significa ciudad
nueva haciendo referencia probablemente a otra ciudad preexistente
sobre la misma colina.
Seguramente el territorio a los pies de la colina fuera habitado
por el pueblo mesapio (siglo V a.C.) como atestigüan
los hallazgos efectuados en tumbas en la Rosara, en San Estefano,
en el mercado Boario, y en la villa de Nazareth.
Pero el territorio fue habitado desde el Paleolítico
medio (hace 50.000 años) y el superior. Importante
es el hallazgo de la cripta de Santa Maria de Agnano donde
yacía el esqueleto de una mujer embarazada (de hace
25.000 años).
En muchas localidades en torno a Ostuni han sido hayados así
mismo los asentamientos de época Neolítica.
Ostuni paso como toda Apulia bajo la dominación de
Roma después de las batallas contra Pirro (280-275
a.C.) y, durante la Segunda Guerra Púnica sufrió
el azote provocado por los enfrentamientos entre los cartagineses
de Aníbal y los romanos (220-205 a.C.)
Poco se sabe del período romano imperial y medieval
pero el hábitat existía ya entorno al año
1000 poco antes de la llegada de los normandos.
Fue Ruggero II el normando el que ordeno la construcción
del Castillo, del cual sólo resta hoy un jardín
y una torre, mientras fue señor de Ostuni Godoffredo
(1101-1115, conde de Lecce. A su muerte pasó al hijo
Accardo y más tarde directamente a la corona.
En el siglo sucesivo (siglo XII) Ostuni será gobernada
por Roberto Visconte, posteriormente al Regio Demanio y más
tarde del Principado de Taranto eregido por Manfredi, hijo
del emperador Federico II de Suevia.
La muerte de Manfredi (1266) coincidió con la subida
al trono de los Anjou en el sur y Carlos II donó Ostuni
al hijo Filipo en el 1294.
En el 1373 pasó a manos de Giacomo del Balzo, más
tarde a Sanseverino, y posteriormente a los Orsini (1420)
siguiendo la historia del Principado de Taranto.
En el siglo XV fue construida la Catedral románico-gótica.
Bajo los aragoneses Ostuni fue comprada por Caterina Sanseverino,
se sucedieron las insurrecciones provocadas por el descontento
que suponían algunas operaciones económicas.
Paso rápidamente de mano durante los años de
los enfrentamientos entre españoles y franceses, estuvo
bajo el gobierno de Bona Sforza (1524), hija de Isabel de
Aragón y reina de Polonia.
Fue posteriormente comprada por Fernando Loffredo y por el
duque Giovanni Zevallos en el siglo siguiente (1639) bajo
la cuya familia Ostuni permaneció hasta la breve experiencia
repúblicana seguida por la llegada de Napoleón
Bonaparte a Italia (1799).
Volvió a la familia Zevallo Ostuni, de la cual fue
feudo hasta el 2 de agosto de 1806, día en el cual
fue abolida la ley feudal por José Bonaparte, rey de
Nápoles.
Con la vuelta de los Borbones al trono de las Dos Sicilias
(1815) los ideales democráticos vivieron en las asociaciones
secretas carbonarias y risorgimentales que provocaron los
motines del 1820 y del 1848, dando así pasos decisivos
para el nacimiento del Reino de Italia (1861).
Ostuni se adhirió en masa a los ideales republicanos
convirtiéndose en uno de los centros de protesta de
toda la región.
A continuación la ciudad y su territorio sufrieron
el fenómeno del pillaje hasta la llegada de la Primera
Guerra Mundial en la cual Ostuni contribuyó con el
sacrificio de algunos de sus ciudadanos.
En el período de entreguerras la economía se
basó esencialmente en la agricultura y en sus productos.
Célebre es el aceite de oliva de la zona.
En los últimos años Ostuni ha asumido una vocación
turística cada vez más fuerte reforzada por
la belleza de sus pequeñas callecitas y su vida.
Ostuni fue llamada la Ciudad Blanca por su particular coloración
de las casas con cal viva que las hacen visibles desde lejos.
El uso de la cal deriva del período de la peste y es
un buen método para dar luz a las calles encajadas
entre las casas adosadas la una a la otra.
A Ostuni se accede a través de Puerta Nueva (siglo
XV) y Puerta San Demetrio (siglo XIII) que se abren en las
murallas las cuales tienen la particularidad de albergar habitaciones
civiles.
Entre las iglesias citamos Santiago de Compostela (siglo XV),
S. María de la Anunciación (1499), la sobria
Virgen de la Nova (1561), S. Pedro (1659) y la Catedral (siglo
XV) dotada de un espléndido rosetón.
Para relajarse se puede descansar en Villa Comunale, único
parque de la ciudad.
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