GROTTAGLIE
No lejos de Taranto y de la
Costa Jonia, Grottaglie desvela ya en su nombre la característica
principal de su territorio.
Su nombre deriva del latín Cryptae aliae, que significa
diversas grutas. Fueron las grutas el refugio y la habitación
de los pueblos del lugar desde el Neolítico que en
el curso de los siglos dieron vida a la formación de
algunos poblados.
Del período sucesivo no se sabe demasiado pero los
hallazgos hacen pensar en un período de fuerte desarrollo
comercial sea en época griega que romana.
La llegada de los godos en el siglo V llevó a la destrucción
de los poblados y a la fuga de sus habitantes a las grutas
que fueron abandonadas sólo después de la pacificación
del territorio en el siglo VI después de la guerra
greco-gótica (535-553).
Bajo el dominio bizantino los habitantes salieron de las grutas
formando el Casale Cryptalearum al cual con el tiempo se fueron
añadiendo habitantes.
Pasó a los normandos en el siglo XI fue donada al Arzobispado
Tarantino por Roberto el Guiscardo en el 1076.
En el 1297 el duque de Calabria Roberto concedió a
los caseríos cercanos la posibilidad de agregarse a
Casale Cryptalearum dando lugar a Casalgrande.
Bajo la guía del obispo Giacomo de Atri en el siglo
XV fueron edificadas las murallas, la Iglesia Madre y el Castillo
Episcopal.
El control de los obispos no fue siempre bien aceptado por
la población y a lo largo del tiempo maduraron los
descontentos que culminaron con las revueltas populares del
1647 y del 1734.
Bajo el dominio de los Borbones (desde el 1734) la situación
no mejoró mucho y el enfrentamiento entre obispos y
señores feudales llegó hasta la fecha de la
abolición del derecho feudal en el 1806.
La llegada de Napoleón Bonaparte a Italia en el 1799,
la difusión de los ideales laicos y republicanos y
la formación de la República de Nápoles
(1808-1815) provocaron así mismo la anulación
de todo el patrimonio episcopal el cual fue desmembrado. Para
Grottaglie fue un duro golpe dado que estuvo de la mano de
la Curia durante siglos.
En el siglo XIX, antes de la unificación del Reino
de Italia (1861), Grottaglie tuvo que afrontar el fenómeno
del bandalismo que nació como consecuencia de la ausencia
de control sobre el territorio por parte del poder central
borbónico.
En la ciudad los mayores monumentos son la Catedral y el Castillo
Episcopio.
El Castillo fue la sede del poder de los obispos tarentinos
durante siglos fue construido en el siglo XV y posteriormente
modificado hasta el siglo XVII. Hoy sede del Museo de la cerámica.
La Iglesia Madre surge en piazza Regina Margherita mostrando
su fachada en estilo románico.
Excluyendo el adyacente Palazzo Cicinelli, demora de los únicos
feudatarios laicos de Grottaglie, y otros pocos palacios,
en la ciudad prevalecen los edificios religiosos como testimonio
del poder ejercido por los obispos: la iglesia de la Virgen
de la Luz, el Monasterio de las Clarisas (1587), la Iglesia
de los Paolotti.
|