CANOSA
Situada en el altiplano de
las Murge sobre un terreno de colina nace Canosa, ciudad de
orígenes antiquísimos cuya fundación
esta mitológicamente ligada al héroe griego
Diómedes.
Las investigaciones arqueológicas han desvelado que
el territorio de Canosa fue habitado desde el Neolítico
(6.000-3.500 a.C.) hasta la Edad del Bronce (3.500-1.200 a.C.)
como demuestran las necrópolis de Pozzillo.
Alrededor del siglo XII a.C. llegaron procedentes de Iliria,
la actual Albania, poblaciones de lapigios que dieron lugar
a tres diferentes culturas en Puglia; la Daunia, la Peucezia
y la Mesapia.
Fueron los Daunos los fundadores del primer poblado conocido
como Toppicelli bien documentado por tumbas ricas de ajuares
funerarios pertenecientes a los así llamados príncipes.
Canosa se hizo siempre más importante y comenzó
a estrechar alianzas comerciales con las vecinas ciudades
de la Magna Grecia mediante la mediación de Taranto
y durante el siglo IV a.C. directamente con las ciudades interesadas.
Canosa entró en la esfera política de Roma en
el 318 a.C. pero sus ricos habitantes supieron estipular un
acuerdo ventajoso que puso a salvo la independencia de la
ciudad que de hecho continúo a acuñar su propia
moneda.
En el 216 a.C. Canosa acogió a los romanos derrotados
por Aníbal en la batalla de Canne garantizándose
de esta manera un florido futuro al final de la guerra.
En el 86 a.C., después del final de las guerras civiles
en las cuales Canosa se reveló contra Roma, convirtiendose
posteriomente en municipio, en época imperial fue unida
al trazado de la vía Trajana (108 d.C.), arteria secundaria
de la vía Appia, que unía Benevento con Brindisi.
En la segunda mitad del siglo II d.C. la ciudad se convirtió
en colonia adoptando el nombre de Colonia Aurelia Augusta
Pía Canusium. Durante este período se llevó
a cabo la construcción del foro, del anfiteatro, de
las termas y de un templo dedicado a Júpiter,
En el siglo III se convirtió en sede episcopal y después
del período de las invasiones bárbaras (siglo
IV d.C.), conoció el enfrentamiento entre Ostrogodos
y Bizantinos durante la guerra greco-gótica (535-553
d.C.) cuando Canosa fue fortificada.
En el siglo VII Canosa entró a formar parte de los
dominios longobardos convirtiéndose en sede del gastaldo,
el funcionario administrativo del príncipe longobardo
en el territorio.
En el siglo sucesivo fue el príncipe Arechi II (758-787)
el que ordenó la edificación de la Catedral
de Canosa.
La llegada de los Sarracenos (847-871) que habían creado
un emirato en Bari y habían conquistado Sicilia, dieron
un golpe a la economía de Canosa quea partir de este
momento inició su decadencia.
En el 876 Puglia fue reconquistada por los Bizantinos pero
su gestión económica provocó rápidamente
la sublevación de muchas ciudades pulieses que se unieron
formando la liga de las Comunas de Puglia y, gracias a la
ayuda de los mercenarios normandos obtuvieron la independencia.
Con la llegada del normando Roberto el Guiscardo, el cual
se desposó con la princesa guerrillera longobarda Sichelgaita
Puglia, fue liberada del dominio bizantino. Canosa a pesar
de ser una de las metas favoritas del príncipe Boemondo
de Altavilla, perdió importancia a favor de Bari y
conoció una lenta recesión política y
económica que prosiguió incluso bajo la casa
de Suevia (siglo XIII)
La situación se agravó a lo largo de los siglos
a causa de los repetidos terremotos (1361, 1456, 1627, 1659,
1851, 1930) que minaron fuertemente la economía de
la ciudad.
Sucesivamente Canosa, como muchas otras ciudades del sur de
Italia, pasó primero a manos angevinas y posteriormente
aragonesas conociendo la señoría de algunas
de las más potentes familias nobiliarias de la época.
El 6 de noviembre de 1943 Canosa fue bombardeada por las fuerzas
aliadas durante el desarrollo de las batallas de la Segunda
Guerra Mundial.
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