MASSAFRA
Situada sobre la región
de Murgia en Taranto, Massafra es así mismo conocida
con el nombre de Tebaida de Italia a causa de los numerosos
asentamientos rupestres presentes el las cimas cársicas
de su territorio.
La zona fue habitada desde el Neolítico como demuestra
el dolmen de Accetta y durante toda la edad del bronce.
En
época prerromana debía existir ya un poblado
sobre el territorio pero las verdaderas noticias sobre Massafra
aparecen en la historia sólo en torno al siglo V a.C.
con la llegada de una comunidad de cristianos norteafricanos,
que huían de la llegada de los Vándalos, que
se asentaron en las gravinas dando vida a la conocida civilización
rupestre.
Después de la primera fase bizantina (siglo VI) la
ciudad se convirtió en una posesión longobarda
(siglo VII) sede de un gastaldato (oficial administrativo
del Reino).
En el siglo X el burgo entró en el largo conflicto
entre bizantinos y longobardos, que se concluyó sólo
con el ascenso al poder de los normandos. En este período
sobre todo el territorio de Apulia fueron frecuentes las incursiones
sarracenas.
En el 1085 fue señor de Massafra el normando Ricardo
Senescalco, hijo de Drogone de Altavilla, el cual ordeno la
fortificación del burgo y la construcción del
castillo que sucesivamente fue en numerosas ocasiones visitado
por el emperador suevo Federico II y Bianca Lancia, madre
del futuro rey Manfredo.
La llegada de los angevinos al sur (1266) hizo que Massafra
fuese asignada como feudo a Oddone di Soliaz el cual, gobernó
despóticamente, y fue destituido por Carlos II de Anjou
en el 1296.
Bajo los Anjou se sucedieron en el poder diversos señores
feudales entre los cuales destacan los Sanseverino, los del
Balzo Orsini.
En el 1484 Antonio Pisciello se convirtió en el barón
de Massafra durante el gobierno aragonés, a estas alturas
señor de todo el sur de Italia.
Estos fueron sucedidos por los Pappacoda en el 1497 bajo cuya
regencia Massafra vivió un período de esplendor
arquitectónico y económico.
En el 1633 los Carmignano adquirieron el feudo de los Pappacoda
por 110 mil ducados, a finales de siglo Masafra pasó
al imperio que la mantuvo hasta la abolición de los
derechos feudales por deseo de Bonaparte en el 1806.
Los ideales republicanos importados por Francia con la llegada
de Napoleón en el 1799 llevaron a Italia a vivir un
período revolucionario llamado risorgimento, etapa
fundamente para la formación del Reino de Italia en
el 1861.
Durante la Primera Guerra Mundial Massafra albergó
a numerosos soldados italianos que se dirigían al frente
albanés.
Llena de lugares de interés cultural Massafra ofrece
numerosos y distintos puntos para realizar una visita. Partiendo
del Castillo (970), modificado por los normandos, angevinos
y aragoneses, que se asoma sobre los barrancos de San Marco.
Pero son las iglesias las protagonistas principales de la
visita. Es imposible nombrarlas todas pero señalamos
las criptas de Candelora, S. Antonio y S. Leonardo.
Entre los edificios religiosos más interesantes destacamos
el Santuario della Madonna della Scala, la iglesia de Santa
Lucia y la iglesia barroca de San Benedetto.
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