SELINUNTE
No lejos de Castelvetrano,
asomada sobre el Mar Mediterráneo, surgía la
colonia griega de Selinunte,
hoy sitio arqueológico de extraordinaria belleza y
fuerza evocativa.
Su nombre parece derivar del griego Selinon,
es decir perejil salvaje, que aquí fue encontrado en
abundancia por sus fundadores.
Atendiendo a las declaraciones de Tucidides
Selinunte fue fundada en el 628 a.C. por
los colonos griegos llegados de la cercana Megara
Hyblaea, fundada a su vez en el 728 a.C. por colonizadores
llegados de la ciudad griega de Megara.
La ciudad se desarrolló rápidamente llegando
a su punto álgido en el siglo V a.C. cuando contaba
con aproximadamente 25.000 habitantes.
Su flota participó en la Guerra del Peloponeso entre
Atenas y Esparta.
Su caída se debió a los continuos roces con
la vecina Segesta,
la cual invocó la ayuda de Cartago
que llegó con un ejército de 100.000 hombres
y, según Diodoro Sículo, asedió la ciudad
durante 9 días destruyéndola completamente.
Hubo 16.000 muertos, 5.000 prisioneros y sólo 2.600
habitantes consiguieron encontrar refugió en la aliada
ciudad de Agrigento.
Selinunte resurgió y vivió otros dos siglos
todavía como ciudad dependiente de Cartago hasta su
fin obra de Roma que la destruyó nuevamente
al terminar la primera guerra púnica.
El sitio fue abandonado y habitado durante la Edad
Media sólo por eremitas convirtiéndose
durante siglos en una cantera de piedras
para la población local.
Parque arqueológico entre los más grandes
de Europa, Selinunte se divide
en tres áreas; la Acrópolis,
la colina de los templos orientales, y el
santuarios de Demetra Malophoros.
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