MILAZZO
Habitado desde el Neolítico,
el territorio de Milazzo fue habitado por los Sículos
llegados de Calabria (siglo XV a.C.) y posteriormente de forma
progresiva fue helenizándose debido a la cercanía
a Zancle (Messina) que la fundo dándole el nombre de
Mylai. Bajo los Romanos fue conocida con el nombre de Mylae
y bajo los Árabes como Melaz.
La posición de la nueva ciudad a lo largo de la pequeña
península era ciertamente estratégica por el
control de la costa y por la expansión en dirección
al oeste.
Por este motivo Milazzo fue frecuentemente teatro de continuos
enfrentamientos entre Cartagineses y Griegos y posteriormente
entre los primeros y los Romanos. Célebre fue la batalla
de Capo Milazzo (260 a.C._) durante la primera guerra púnica
en la cual la flota romana bajo el mandato del cónsul
Gaio Diulio derrotó a la cartaginesa dando a Roma el
control del mar. Nació así el llamado Mare Nostrum.
En las mismas aguas tuvo lugar la famosa batalla entre la
flota de Sexto Pompeo, hijo de Pompeo Magno, y aquella de
Octiviano Augusto, hijo adoptivo de César, al mando
de su general Marco Vespasiano Agripa. La batalla se resolvió
con la victoria de Agripa y la total recuperación del
control de toda Sicilia (36 a.C.). Por este motivo Augusto
orlo Milazzo con el aguila romana que todavía hoy se
encuentra en el escudo de la ciudad junto a la frase Aquila
mari imposta Sesto Pompeo superato.
Con la caída del Imperio Milazzo permaneció
durante algún período bajo el dominio de los
Godos (siglo V a.C.), posteriormente bajo el de los Bizantinos
(siglo VI) Y finalmente en el de los árabes (siglo
XIX) los cuales emprendieron la construcción del castillo.
Con la llegada de los Normandos (siglo XI) primero y de los
Suevos (siglos XII-XIII) fueron erigidas las murallas y ampliado
el castillo. Los sucesores primero con Jacobo de Aragón
y posteriormente con Alfonso de Aragón ampliaron la
muralla para defenderse de los continuos ataques de los Angevinos
del Reino de Nápoles.
En el siglo XVI Milazzo alcanzó la estructura urbanística
actual caracterizada por la separación entre la Ciudad
alta, Burgo sobre las pendientes y la Ciudad baja en la parte
llana.
Son muchas las visitas posibles y memorables en la ciudad,
partiendo del Castillo que la domina completamente. Rodeado
de siete murallas, el Castillo es el símbolo mismo
de la ciudad. En la misma área surge así mismo
la Catedral (1608), bonito ejemplo de manierismo siciliano.
Tantos otros son los edificios religiosos a visitar, entre
los cuales citamos; la iglesia de la Inmaculada (1640), S.Giacomo
Apostolo (1432), la Madonna del Rosario (siglo XVI).
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