NOTO
En los márgenes meridionales
de Sicilia y en las laderas de los Montes Iblei surge Noto,
una de las capitales barrocas de la isla y etapa fundamental
para el conocimiento de este estilo arquitectónico.
La actual Noto surge después del terremoto de 1693
que destruyó casi completamente el antiguo poblado
que surgía sobre la colina de Alveria. Aquí
florecen las culturas del Castelluccio (siglos XVII-XV) y
aquella del Finocchitto (VIII-VII a.c.) actualmente este hecho
está provado por las numerosas necrópolis.
La ciudad conoció un período de desarrollo bajo
el gobierno del tirano siracusano lerone II el cual, después
de haber estipulado un acuerdo con los Romanos, garantizó
un período de paz y desarrollo en Sicilia oriental.
En época romana Noto se convirtió en una ciudad
federada y sucesivamente fue conquistada por los Árabes
(866).
Pasó bajo la dominación de los Normandos, de
los Suevos y de los Aragoneses, Noto se desarrolló
sin parar convirtiéndose en uno de los centros más
ricos de la isla. El terremoto del 1693 la destruyó
completamente.
La reconstrucción empeñó a numerosos
arquitectos, matemáticos e ingenieros de la época
pero el fasto del período precedente nunca se recuperó
y a esto le siguió la perdida de importancia en relación
de la cercana Siracusa.
El terremoto de 1990 dio un último golpe a la economía
de la ciudad.
De la antigua Noto se pueden admirar los restos del castillo,
de la Iglesia Madre y de la ciudad helenística.
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