MORESCO
En una posición dominante
sobre el verde valle del Aso surge este espléndido
y perfectamente conservado burgo medieval
a pocos kilómetros de la costa adriática.
Incierto es el origen del nombre Moresco.
Es posible relacionarlo con la llegada de los Sarracenos en
la Edad Media o a la construcción de una fortaleza
para la defensa de las incursiones sarracenas, o aludiendo
al terreno rocoso (en dialecto morro; roca)
Moresco aparece por primera vez a principios del siglo
XI en un pergamino conservado en Fermo. En el siglo
XII perteneció al conde Teobaldo di Moresco
para pasar posteriormente a Fermo. Federico
II y su hijo Manfredi consiguieron mantener la posesión
del Castillo que posteriormente volvió a ser propiedad
de la ciudad de Fermo. Seguidamente pasó a los Malatesta
(siglo XIV) y por tanto continuaba perteneciendo a la ciudad
de Fermo, siempre centro de disputas con la ciudad de Ascoli.
Se mantuvo en esta situación hasta el momento de su
unificación al Reino de Italia en
el 1860.
Moresco sorprende por la integridad del burgo y por la presencia
del Castillo de Moresco rodeado por murallas
y por su característica torre heptagonal
(siglo XII). Otra torre más baja, llamada del Reloj,
se encuentra en la otra parte de burgo en las cercanías
de su puerta de acceso flanqueada por un bonito pórtico.
Las iglesias de Moresco se encuentran fuera
de las murallas; la parroquía de San Lorenzo, la Iglesia
de Santa Sofia decorada con frescos, la Iglesia de San Lorenzo,
y aquella de la Virgen del Olmo con frescos de Vincenzo Pagani.
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