MACERATA
Macerata,
capital de la homónima provincia y sede de una importante
universidad, tiene origenes medievales.
Su nombre deriva de “maceriae”,
osea, ruinas recuperadas de la antigua ciudad Helvia
Ricina, destruída en el siglo VI durante
las invasiones bárbaras, usada para reconstruir la
nueva ciudad.
Se convirtió en Municipio Libre en
el 1138 y asumió sucesivamente una
posición neutral en las luchas entre el Papado y el
Imperio Suevo, entre güelfos y angevinos.
Terminó rápidamente bajo el dominio de la Iglesia
de Roma permaneciendo durante siglos a ésta
hasta la llegada de las tropas francesas dirigidas por Napoleón
Bonaparte, las cuales se asentaron en la ciudad (1797)
antes de la firma del Tratado de Tolentino, que señalaba
la rendición del Papa y el inicio de la ascensión
al poder del General Bonaparte. Las mismas tropas destruyeron
parte de la ciudad en el 1799.
Fue tomada posteriormente por Murat, cuñado
de Napoleón y rey de Nápoles, pero sólo
durante poco tiempo dado que sufrió la derrota de las
tropas austriacas (1815). Macerata volvió a la Iglesia
después del Congreso de Viena (1815)
y allí permaneció hasta su anexión al
Reino de Italia (1860).
Centro de Macerata es la Plaza de la Libertad
que conserva todavía hoy sus mayores monumentos; el
Palazzo del Comune (1286), la Torre
del Reloj (1485), el Palazzo della Prefettura
(siglo XVI), la renacentista Galería de los
Mercaderes (1505), el teatro Lauro Rossi (1767).
Entre los edificios religiosos podemos citar la Catedral
y el Santuario de la Virgen de la Misericordia,
edificado bajo el proyecto de Luigi Vanvitelli.
Macerata cuenta con una universidad entre las más antiguas
en el mundo, fundada en el 1290.
En la ciudad se desarrolla una importante estación
lírica en el original y sugestivo "Sferisterio";
un anfiteatro de estilo neoclásico (1829) que albergaba
el juego del balón al brazal.
|