MONTEGIORGIO
Montegiorgio
surge sobre una colina del valle medio del Tenna en la provincia
de Ascoli Piceno, en una posición
dominante sobre el resto del territorio circunstante, rodeado
por el mar Adriático al Este y por
los Montes Sibilini al Oeste.
A pesar de la presencia en el territorio de poblaciones ya
desde tiempos prehistóricos y de la época picena,
el actual Montegiorgio aparece en la historia en torno al
año 1000 en documentos que registran
la presencia de algunos monjes benedictinos
de la potente Abadía de Farfa en la localidad de “Mons
Sanctae Marie in Georgio”.
En el 1099 fueron construídas las
murallas que todavía hoy circundan
el burgo y Montegiorgio se convirtió en un Municipio
Libre en estrecha conexión con la ciudad de
Fermo.
Hacia la mitad del siglo XIII llegaron los Franciscanos y
los Agustinos que erigieron allí sus lugares de culto.
En el 1400 fue construído el monasterio de Santa Clara.
Sucesivamente el burgo conoció la señoría
de los Visconti, en abierto desacuerdo con
el Papa y de los Sforza (1434) para posteriormente
pasar a la influencia pontificia de los della Rovere.
En el 1528 Montegiorgio sufrió la
invasión de bandas de mercenarios que participaron
en el Saqueo de Roma, las cuales arrasaron
el burgo quemando alrededor de 200 casas.
En el 1637 fue erigido el Monasterio de S.Andrea por las monjas
franciscanas y en el 1726 el convento de las Monjas Terciarias
de San Agustín.
A finales del siglo XVIII Montegiorgio fue golpeada por la
llegada de las tropas napoleónicas
que, difundiendo los ideales de la República no olvidaron
saquear el patrimonio artístico italiano y Montegiorgio
no fue una exepción.
Volvió bajo el poder de la Iglesia, Montegiorgio perteneció
a la misma hasta su unificación al Reino de
Italia (1860).
A Montegiorgio se accede a través de sus tres
puertas. Llegando a la plaza principal, Piazza Matteotti,
se puede admirar el Palazzo Passari. En los
alrededores de la plaza se encuentra la Iglesia de
S. Clara, con la bella escalera externa, y el teatro
comunal. (1878)
Bajando en dirección Porta Sant’Andrea nos encontramos
con la Iglesia de San Francisco y la bella
Iglesia de San Jacobo (siglo XIV)
Desde casi todas las partes del burgo se puede gozar de unas
maravillosas vistas panorámicas del
valle circunstante.
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