FANO
Desde siempre ligada a Roma
por una de las principales arterias del Imperio, la via Flaminia,
Fano fue fundada por los Umbros y conocida
por los romanos con el nombre de Fanum Fortunae,
por la presencia de un templo dedicado a la diosa Fortuna
(207 a.C.) erigido en conmemoración
de la batalla del Matauro en la cual el cartagines Asdrubal,
hermano de Aníbal, perdió la vida y fue derrotado
por los romanos.
La construcción de la via Flaminia (220 a.C.) llevó
riqueza y esplendor a la ciudad de Fano culminando en el período
augusteo, que de hecho dejó varios testimonios en la
ciudad.
Destruída por los Godos en el 538
d.C. y reconstruída por el ejército
bizantino de Belisario fue sucesivamente conquistada por el
Emperador Otón III, convirtiéndose en Municipio
Libre en el siglo XIII y conoció la señoría
de los Estensi de Ferrara, la lucha por el poder entre los
del Cassero y los da Carignano, la larga señoría
de los Malatesta de Rimini interrumpida en
el 1463 por el asedio del duque de Urbino
Federico de Montefeltro asalariado por el
Papa.
Símbolo arquitectónico e histórico de
Fano es el Arco de Augusto, bien conservado
y milagrosamente salvaguardado de los bombardeos que la ciudad
sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. El Arco fue
construído en el 9 d.c. en el punto en el cual la via
Flaminia entra en la ciudad y se convierte en su decumano
máximo. Del período romano quedan además
notables extensiones de murallas originales
ordenadas por Augusto para la mejora de la defensa de la ciudad.
Otras metas culturales son el Peñón Malatestiano,
dañado durante los bombardeos de la guerra, Puerta
de la Mandria que se abre a través de las
murallas romanas.
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