CAPUA
Fundada en el siglo IX a.C.
por los Etruscos o más probablemente por los Oscos,
Capua conoció enseguida un período de desarrollo
tan espectacular que en el siglo IV a.C. era la ciudad más
grande de Italia.
Una vez en manos de los romanos conoció de cerca al
caudillo cartaginés Aníbal, el cual pasó
una temporada aquí con su ejército después
de la batalla de Canne (2 de agosto del 216 a.C.). Residió
aquí alrededor de un año, período que
fue recordado por los historiadores con el nombre de “ocios
de Capua” en cuanto se piensa que la estancia doblego
la voluntad y la fuerza combativa de los soldados seducidos
por la bella vida en capua. La ciudad en cualquier caso permaneció
fiel a Roma.
En el siglo I a.C. Capua fue definida por Cicerón “altera”
(otra) Roma por la belleza de sus edificios públicos
y privados.
Devastada por los Godos y los Vándalos terminó
siendo administrada por los Longobardos bajo el Ducado de
Benevento que junto al Ducado de Spoleto constituyó
aquella que fue llamada la Langobardia Minor.
En el ámbito de las luchas por la sucesión del
ducado longobardo entre Radelchi y Siconolfo, hijo del rey
legítimo Sicardo hecho probablemente asesinar por su
primo, Capua fue saqueada y destruida por una banda de Sarracenos
contratada por Radelchi (841). La población en fuga
se refugió en un primer momento fundando Sicopoli pero,
después de la destrucción de la nueva ciudad
a causa de un incendio, se fundó la Nueva Capua en
las cercanías del antiguo puerto romano abandonado
(siglo I d.C.) de Casilinum.
De la antigua Capua se pueden admirar los restos del anfiteatro
Campano, el Arco Adriano y el Mitreo.
La historia de la Nueva Capua se inició en el 856 d.C.
como capital del Principado longobardo de Capua que terminó
en manos de los Normandos en el 1059. En el 1156 pasó
al Reino de Sicilia hasta la llegada de los Suevos a la zona
meridional gracias al matrimonio entre Enrique VI, hijo del
emperador suevo Federico Barbarroja, y Costanza d’Altavilla
(1185), hija de Ruggero II de Sicilia.
Sucesivamente la ciudad fue dominada por los Angevinos y los
Aragoneses y sufrió el asedio de Cesar Borgia (1501),
hijo del Papa Alejandro VI, durante el cual murieron muchos
de sus habitantes.
Pasó establemente a la Iglesia romana, Capua conoció
sólo la pausa de la experiencia republicana de Bonaparte
bajo Joaquín Murat (1808-1815) hasta la fecha de la
constitución del Reino de Italia (1860).
Del período antiguo de Casilinum se pueden admirar
el Puente Romano, del cual quedan sólo las cabezas
después del bombardeo del 1943, y las Torres de Federico
II: bases de un arco triunfal herigido en el 134 donde se
abría la antigua Puerta Roma desde la antigüedad.
A la Edad Media y al Renacimiento pertenecen en cambio el
Castillo de las Piedras o de los Príncipes Normandos
(1062), el Castillo de Carlos V (1542-1552), Porta Napoli
y las murallas defensivas.
Imposible nominar aquí todas las iglesias de Capua,
pero recordamos la Iglesia ex Convento de la Anunciación
(siglo XIII), La Iglesia y Convento de Santa Caterina (1383),
la Iglesia de Montevergine y el ex Monasterio (siglo XIII)
así como las iglesias longobardas: San Salvador en
Corte (960), restructurada en época normanda, San Juan
en Corte (siglo X), reconstruída en el siglo XVIII,
San Miguel en Corte (siglos IX-X). La Catedral de San Estefano
y Ágata, construido en el 856, destruido por los bombardeos
del 1943.
Numerosos son también los ejemplos de arquitectura
civil entre los cuales citamos Palazzo Antagnano sede del
Museo Campano, Palazzo Fieramosca (siglo XIII) con el bonito
pórtico ojival, Palacio de Justicia o del Gobernador
(1585) situado en Plaza de los jueces.
En Capua se realiza cada año el carnaval, uno entre
los más antiguos de Italia.
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