BAIA
Y MISENO
En el centro del Golfo de
Pozzuoli se encuentra Baia, un tiempo el más famoso
y rico centro de veraneo del Imperio Romano.
Situada sobre un fascinante escenario volcánico, su
belleza sedujo enseguida sea a Julio César que a Augusto,
los cuales establecieron aquí sus propias residencias
imitados a continuación por los emperadores Nerón,
Calígula, Lucullo y muchos otros.
Baia se convirtió rápidamente en una lugar cubierto
de jardines y lujosas residencias construidas con las técnicas
más modernas e innovadoras.
Baia y Miseno, codo con codo, estrecharon fuertes relaciones
de conexión en aquel tiempo. Mientras Baia albergaba
a nobles y emperadores, Miseno era la base de una de las flotas
romanas más potentes, que encontraba un fácil
y seguro refugio en los lagos volcánicos cercanos.
Pero el mito reserva a Baia un origen todavía más
antiguo habiendo sido el lugar de sepultura del héroe
griego Baios, amigo y compañero de Ulises.
Abandonada durante la Edad Media, su mito se renovó
para los viajeros del así llamado Grand Tour durante
el siglo XVIII quedando en la memoria como una suerte de tierra
del pasado hasta la llegada de la nueva urbanización
perteneciente al siglo XX. Todavía hoy es imposible
no ser embargado por el encanto del lugar.
La visita de Baia y Miseno pasa por el Lago Lucrino y el Lago
D’Averno, el Templo de Apolo, el Templo de Diana, y
la Villa Imperial de Baia, así como por el Museo Arqueológico
sito en el Castillo de Miseno, la espléndida Piscina
Mirabilis, la playa de Capo Miseno y el Faro.
Para quien tenga la posibilidad aconsejamos la visita a las
villas romanas del lugar recordemos que Baia sufrió
a lo largo del tiempo un bradiseísmo de alrededor de
6 m., por el cual el suelo cedió a cotas más
bajas determinando el progresivo hundimiento de muchas de
las villas nobiliarias romanas que ahora forman parte del
Parque Subacuático de Baia, un espectáculo único
en el mundo: del antiguo puerto, actualmente sumergido, es
posible ver 12 pilones a una profundidad mínima, permitiéndo
su visión a cualquiera que tenga confianza y se encuentre
seguro en el mar.
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