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PARMA

Parma, capital, por màs de tres siglos, de un importante ducado ha conservado numerosas memorias de su noble pasado en sus esplendidos monumentos artisticos, en los varios museos, en sus vivisimas tradiciones culturales ( la universidad de Parma es una de las mas antiguas de Italia y el diario de la ciudad, La gazzetta di Parma, es el mas antiguo diario italiano [1735]) y musicales (la ciudad, sede del conservatorio A. Boito y del Istituto de estudios verdianos, debe tambièn su fama de gran centro musical a los extraordinarios conocimientos en tema de opera del apasionado publico del cèlebre Teatro Regio).

Existìa un centro poblado en la edad del bronce, pero la verdadera y propia estructura de la ciudad se debe presumiblemente a los Etruscos (siglo VI a. de J.C.), sucesivamente pasò bajo los Gàlicos (siglo IV a. de J.C.) y en fin a los Romanos durante la conquista de la Gallia Cisalpina ( fin del III - inicio del II siglo a. de. J.C.). Los Romanos dejaròn ahì una colonia (183 a. de J.C.) y desde ese momento empezò la buena suerte de la ciudad. Una vez lograda la ciudadanìa romana en el 49 a. de J.C., aùn durante la decadencia del Imperio conservò una posiciòn de prestigio gracias a la sede episcopal, quizàs instituida en la primera mitad del siglo IV. Durante la dominaciòn de los Ostrogotes sufriò grandes daños debidos a la guerra gotico - bizantina. En la segunda mitad del siglo VI, sin embargo, la administraciòn bizantina favoreciò la ciudad , colocando en la ciudad la sede de la Hacienda (desde donde deriva el nombre de Chrysopolis [“ciudad del oro“], muy a menudo atribuido a la ciudad en el medievo). Con la conquista longobarda (569), Parma llego a ser sede de un duque y, con aquella franca (774), de un conde. La ligazòn entre el episcopado y el Imperio pusò a Parma, durante las luchas entre el Imperio y el papado de la segunda mitad del siglo XI, en contraste con el papado. La ciudad y el episcopado pasaròn desde la parte imperial a la parte papal despuès de la conquista de la condesa Matilde di Canossa (1104). Mientras tanto se estaba formando el Municipio cispadano (alrededor del 1085-1090). En el conflicto entre las Municipalidades y Federico I Barbarossa, despuès de haber apoyado el emperador, se uniò a la Lega lombarda (1167). En la lucha entre Federico II y las municipalidades lombardas, se alineò por la parte del emperador, que le concediò amplio favor; pero, dividida en su interior en facciones opuestas, a causa del predominio de los “guelfi”, encabezados por Bernardo Rossi, sobre los “ghibellini”, Parma acabò por rebelarse al emperador. Asaltados y bajo asedio por las tropas de Federico II, consiguiò una victoria memorable (febrero 1248) y determinante para el destino de la potencia sveva en Italia. En la segunda mitad del siglo XII, despuès que la parte “guelfa” y popular tomò la delantera (representada por los artesanos y los mercantes organizados en las corporaciones y en la Sociedad de los cruzados) sobre la nobleza, se perfilò el regime Señorial. La Señorìa se impùso con los da Correggio que gobernaròn la ciudad, aunque si a travès de contrastes y expulsiones, hasta el principio del siglo XIV; despuès, la Señorìa de los Visconti (1346-1404 y 1420-1447) devolviò a la ciudad una cierta tranquilidad y favoreciò el progreso economico, introduciendola en el potente sistema politico milanès. Tal politica fue continuada por los Sforza (1449-1500), pero las graves alteraciones que ocurrieròn en la mitad del siglo XVI, cuando la ciudad, durante las guerras de predominio, sufriò alternativamente la dominaciòn francesa y aquella papal. En el 1545 papa Paolo III Farnese (quièn habìa sido obispo de Piacenza) separò Parma desde los dominios de la iglesia y lo transformò, junto con Piacenza, en ducado, a beneficio del hijo Pier Luigi, cuya dinastìa durò hasta el 1731. Los Farnese acrecentàron el decoro de la ciudad, elevada durante el Renacimiento a un grande esplendor artistico y cultural. Despuès de los Farnese fuè el turno de la dinastìa borbònica (a parte una breve parentesis de dominaciòn asburgica desde el 1738 hasta el 1748), bajo la cual Parma llego a ser uno de los centros màs activos de las ideas de la Ilustraciòn y de la actividad reformista de la penìnsula.

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ciudad de arte