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IRSINA
Centro situado en el valle del Bradano,
Irsina fue conocida con el nombre de Montepeloso
hasta el 1895.
Historia
Su territorio fue habitado desde los Enotri a los Lucanos,
como así lo demuestran los hallazgos funerarios pertenecientes
a los siglos IV y III a.C. Prospero sea en época griega
que romana pero pocas son las noticias de esta época
antigua.
Durante la Alta Edad Media perteneció a los
longobardos del Principado de Benevento y, a partir del siglo
IX sufrió las incursiones de los sarracenos los cuales
terminaron por asediar y destruir Irtium en el 985.
Reconstruida tres años después por el príncipe
longobardo Giovanni II de Salerno por su importancia en el
territorio en defensa de los bizantinos, Irsina fue el teatro
de enfrentamiento entre normandos y bizantinos (1042) cuyo
éxito favoreció a los primeros.
El primer señor de Montepeloso fue Torstaino Scitello,
seguido por Goffredo conde de Conversano (1068-1104) y Boemondo
de Altavilla.
Por deseo del Papa Callisto II la ciudad se convirtió
en sede episcopal en el 1123.
En el 1132 Montepeloso se adhirió a la conjura de los
barones contra el rey Ruggiero II siendo ocupada por el conde
rebelde Tancredi di Conversano. El año siguiente las
tropas del rey la destruyeron y masacraron a sus habitantes.
Fue reconstruida por los suevos los cuales reforzaron sus
murallas y erigieron un Castillo.
Con los angevinos fue asignada como feudo a Pietro di Belmonte,
conde de Montescaglioso, y posteriormente a Giovanni di Monteforte
conde de Squillace. En el 1308 pasó a la familia Del
Balzo bajo cuyo gobierno la ciudad prospero, en el siglo XV
subieron al poder los aragoneses.
Los nuevos señores no fueron portadores de prosperidad
al burgo y don Luigi Gaetani vendió la ciudad a los
Grimaldi de Genova por la suma de 122.000 ducados en el 1585.
En el 1644 Montepeloso se convirtió en sede de la Regia
Udienza y 20 años más tarde fue adquirida por
70.000 ducados por los Riario Sforza los cuales se mantuvieron
en el poder hasta la abolición del feudalismo (1806).
En el 1799 Montepeloso se adhirió a la República
de Nápoles plantando en la plaza de San Salvador el
árbol de la libertad.
Después de la unificación del Reino de Italia
(1861) conoció el ultraje del fenómeno del bandolerismo.
Visita a la ciudad
Se entra en Irsina a través de Porta Maggiore encontrando
la Catedral Románica del siglo XIII que custodia en
su interior la única estatua conocida de Mantegna.
Otras iglesias de notable interés son la iglesia del
Purgatorio, S. Andrea (1566) y la iglesia y convento de San
Francisco con la cripta cubierta de frescos en su interior.
De visita obligada es el Museo Ianora que conserva las colecciones
de vasos daunos y enoltros, monedas magno-griegas, romanas
y medievales.
Fuera del lugar es posible llegar al Monte Irsi donde surge
la iglesia de S. María, ya existente en el siglo X,
así como las ruinas de una abadía benedictina
y de un castillo.
Lugares de interés
Catedral de S. María de la Asunción (siglo
XIII), Iglesia de S. Francisco de Asís y el Convento,
Iglesia de S. Agostino Iglesia de la Santísima Inmaculada,
Iglesia de Santísima virgen de los dolores, la Iglesia
de la virgen del Carmen o del Purgatorio, la Iglesia de Santa
María de la Anunciación, la Iglesia de la Virgen
de la Piedad, Iglesia de San Nicola de’ Morgitis, Iglesia
de San Salvador o Santa Lucia, Iglesia de S. Andrea, Iglesia
de S. Rocco, Iglesia del Calvario, Episcopio, Palacio Ducal
Nugent, Murallas y Puertas, Torre del Reloj, Fuentes, excursiones
al Monte Irsi; Santa María de Irsi.
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